Ronda es un pintoresco casco antiguo ubicado prácticamente en el centro de la zona de los Pueblos Blancos españoles. De hecho, la ciudad está ubicada en la zona noroeste de la provincia de Málaga en Andalucía. Situada sobre una roca alta sobre un estrecho desfiladero, que la divide en dos partes diferenciadas: al sur la antigua aldea árabe llamada “La Ciudad” y al norte la aldea más “nueva” llamada “El Mercadillo”. Tres puentes atraviesan el desfiladero, lo que permite la conexión entre los distintos puntos de la ciudad. El puente más impresionante es sin duda el Puente Nuevo construido en el siglo XVIII.
Los orígenes de Ronda se remontan a tiempos prehistóricos, en las cuevas de Pileta se descubrieron pinturas rupestres que datan del Paleolítico. En la zona también se encuentra la necrópolis megalítica de los Dólmenes de El Chopo y Encinas Borrachas.
Son numerosos los restos de la época romana repartidos por el territorio de Ronda. De especial interés son los restos de la ciudad de Acinipo (Ronda la Veja) con su magnífico teatro. Con la Edad Media y la ocupación árabe, Ronda adquirió una gran importancia, convirtiéndose en la capital de una de las cinco áreas administrativas de Al-Andalus, el Califato de Córdoba. Después de la disolución del Califato, la ciudad se convirtió en un reino independiente por un corto tiempo. Posteriormente quedó bajo el control de Granada hasta que fue conquistada por los reyes católicos en 1485.
QUÉ VER: PRINCIPALES ATRACTIVOS DE RONDA
Entre los testimonios más significativos de la época árabe hay que citar: el palacio de Mandragon, los Baños Arabes, el palacio del rey moro (casa del Rey Moro) y las murallas que rodean parte de la ciudad.
La reconquista católica provocó un gran cambio en la organización cultural y el aspecto de la ciudad. En el siglo XVI se construyeron la Iglesia de Padre Jesús, la Iglesia de Santa María, el Convento de San Francisco, la Iglesia Convento de la Merced, la Iglesia del Espíritu Santo y el Palacio del Marqués de Salvatierra.
Pero será el siglo XVIII el que tendrá mayor impacto en el aspecto urbano dotando a Ronda de un valor único en el contexto de Andalucía. En este siglo se construirán los monumentos más significativos, como el Puente Nuevo, el Arco de Felipe V, el Templete de la Virgen de los Dolores, la Casa Consistorial y la Plaza de Toros (1785).
La parte antigua de la ciudad todavía muestra claramente la fuerte influencia árabe en la actualidad. Su posición aislada y sus fortificaciones hacen que sea fácil entender por qué Ronda fue uno de los últimos asentamientos árabes en caer bajo el dominio cristiano. No se puede perder, cerca de la Plaza de Toros, el hermoso paseo, llamado Alameda del Tajo, que permite magníficas vistas panorámicas de la sierra de Ronda y los alrededores.