Las Islas Galápagos están ubicadas en el Océano Pacífico a unos 1.000 km al oeste de la costa ecuatoriana. Las Galápagos son un archipiélago de naturaleza volcánica formado por 13 islas principales y unas 40 islas y rocas más pequeñas. La superficie de todo el archipiélago es de 7.880 km². Las islas Galápagos son un importante paraíso naturalista.
La línea del ecuador cruza la parte norte de la isla más grande del archipiélago, la isla Isabela (4.588 km²), que solo representa aproximadamente el 58% del área total de Galápagos. Las otras islas más grandes son las de Santa Cruz (986 km²), Fernandina (642 km²), Santiago (585 km²) y San Cristóbal (558 km²).
ISLAS VOLCÁNICAS RICAS EN FAUNA MARAVILLOSA
En el archipiélago hay alrededor de dos mil cráteres volcánicos, algunos de los cuales aún están activos. La actividad volcánica es más intensa en las dos islas más jóvenes de Isabela y Fernandina. La montaña más alta de Galápagos es el Volcán Wolf (1.707 metros) en la isla Isabela.
Las islas son en gran parte secas y áridas y son famosas por su fauna. De hecho, hay numerosas especies raras. Entre estos, sobre todo, tortugas gigantes, iguanas marinas, iguanas terrestres, leones marinos y numerosas especies de aves. Debido a la escasez de precipitaciones, la vegetación de las islas Galápagos es escasa, solo en las montañas más altas la humedad permite el crecimiento de un mayor número de plantas.
Las Islas Galápagos fueron descubiertas en 1535 por una expedición española dirigida por el obispo de Panamá. Posteriormente fueron visitados por Diego de Rivadeneira en 1546, que los llamó Islas Encantadas. En los siglos siguientes, los barcos piratas utilizaron las islas como escala y refugio. El primer asentamiento permanente en las islas surgió solo en 1831.
Durante su gira por el mundo, Darwin hizo una parada en Galápagos. Al detenerse en estas islas, Darwin pudo observar la fauna local. Esto le dio numerosas ideas al científico para elaborar su teoría de la evolución. Las islas son ahora un parque nacional.